Desde Mosterio, capital de la Esfera Cultural Goliciana, queremos compartir con ustedes pitutos, sereneiders, vainas arrechas y ñuflos. Trataremos de dilucidar (con ayuda de los espíritus de Perón, José de Zer y Freud) porque al Capitán Kirk se le rompían tanto las camisetas.
No se trata de una mina en bolas, sino de esta moda o plaga de exponerse, de farandulizar todo, de hacer público lo privado (y privado lo que debería ser público)
ResponderBorrarGH de (seudos) Famosos, candidatos de idénticas propuestas, piqueteras bailando.
Esperpento en su más puro apogeo.
ResponderBorraryo entiendo de lo que hablas, es lo pero la exposiscion desmedida de la farandula, lo que a mi me tiene harto!
ResponderBorraren vez de dispararles una foto, deberia ser una bala, par auq e de una vez por todsas se acaben.
MOSTRO...Vió que le pudo entrar?!jajajajajajja
ResponderBorrarCon esa fotografía y su comentario al respecto Usted no querrá decir que mi bulín es farandulezco,no?!jajajajajaj
P.D.:Las fotografías artísticas son fabulosas,además de muy estéticas y cuidadas,sino fijesé lo que ando desparramando en el bulo...jajajajjajaaj
BESOTETESSSSSSS MOSTROSOSSSSSSSSS
MOSTRO...Vió que le pudo entrar?!jajajajajajja
ResponderBorrarCon esa fotografía y su comentario al respecto Usted no querrá decir que mi bulín es farandulezco,no?!jajajajajaj
P.D.:Las fotografías artísticas son fabulosas,además de muy estéticas y cuidadas,sino fijesé lo que ando desparramando en el bulo...jajajajjajaaj
BESOTETESSSSSSS MOSTROSOSSSSSSSSS
Esperpento, que bella palabra. un poco en desuso por estos lares, pero bien puesta.
ResponderBorrarMirá Leo, no es cuestión de andar a los tiros, una buena enema goliciana es más efectiva...
Si Gabu, entré. Y volveré y seré sillones (Luis XV)
Esa lente está empañada Mostro, no se me ocurre porque... =P
ResponderBorrarTe entiendo ahora que leo tu comentario, y si tienes razón, ahora es fácil que todo el mundo tenga un primer plano de la privacidad, la gente se olvido del "vive y deja vivir"
ResponderBorrarExacto, sino fijate que le pasó a la pobre Chechu Bolocco.
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