Ya el jueves me sentí para el moño todo el día. A fuerza de tecitos medicinales aguanté hasta la noche y pude llegar a la U.B.A. (donde pasamos gratos momentos). Pero llegué a casa, me metí en la cama y no me levanté hasta ahora. Necesito mimos y vino caliente. Gracias.
Me temo que no entendí... Quién vino caliente cuando usted necesitaba mimos?
ResponderBorrarMimo caliente era marsél marsól.
Te dejo un vinito casero, hecho con las uvas del parral de mi casa. Solo calentalo un poquito.
ResponderBorrarBien que doña mostra te debe hacer mimos, sí!!
Que te mejores!
Pues nada, eso te dejaré pues: un vinito caliente y muchos, muchos mimitos, ¿calientes también? lo digo porque no quiere que usted se enfríe :))))
ResponderBorrarQ te repongas majo, besitos devitaminaC
Don Mostro, procurese de mimos y vino caliente que la U.B.A. se vuelve a reunir el proximo 15 !!!
ResponderBorrarUno de los ochos: los mimos y las estatuas vivientes apestan.
ResponderBorrarChicas y Pablus: gracias por sus deseos, estoy haciendo lo posible...
Pobre Mostro... parece que la cerveza lograba disimular porque no se le notaba nada el malestar!
ResponderBorrarQue se mejore.
No Peque, no fue la cerveza, fue esa cosa frita que parecía pollo. Besos.
ResponderBorrarMostro hizo lo que me recomendo a mi???
ResponderBorrarY como Titi, pero no alcanza, necesito otra dosis...
ResponderBorrar