Mis celáneas

Lo mejor del debate fue sin duda el haberlo visto todos los mostros juntos. Cada uno daba su opinión, inventabamos los diálogos (una costumbre que debo contar en alguna otra oportunidad), nos reíamos, puteábamos, etc. Fue muy destensionante, luego del susto que nos pegamos con la mostrita mayor. La tía Chola no lo vió porque se empastilla y se duerme temprano como las gallinas.

Anoche fue la presentación del libro "Hablalo con mi abogado", de nuestro amigo Diego Gualda, alias Gul Deg, alias Gualda the hutt, alias Capitán Corazoncitos y otros alias, que por pudor no enumeraremos. Me reencontré con varios personajes, escuchamos unos buenos covers, nos tomamos unos tintos y la pasamos muy bien. El mayor de los éxitos para Diego, otro blogguero que "saltó la medianera" y ahora publica en papel.

Como escribí antes, existe una costumbre generalizada, la cual no comparto, de no hablar mal de los muertos. Pareciera que todos los defectos se evaporaran junto al último suspiro. Me estoy refiriendo particularmente a Fernando Peña, quién me parecía muy inteligente, pero en ocasiones me sacaba de quicio. Seguramente extrañaré a sus personajes, lo mejor que tenía.

Mi mujer no tiene nada que ver con esto.