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Un día como hoy, pero de 19nn, en el estadio descubierto de la
Sociedad de Fomento "Los Fresnos", el invicto local se enfrentaba a
"Sangre y Cemento" (ex
"Talacasto Carlón") por la final del torneo de babifulbo (ahora le dicen fútbol 5...).
El ambiente estaba cargado de tensión, ya que ambos contendientes se habían enfrentado en la primera rueda y el partido terminó empatado luego de una bochornosa trifulca. Existía una rivalidad que transcendía lo futbolístico y se remontaba a un baile de carnaval según algunos, a un cumpleaños de 15, según otros; pero seguro que era un asunto de polleras (no,
kilts no). La cuestión es que la adredalina se mezclaba con el humo del puesto de choripán y los fasos y la testosterona, formando una niebla sobre los jugadores y los entusiastas asistentes, quienes colmaron las exiguas instalaciones.
Sorprendentemente el equipo de
"Sangre y Cemento" se puso en ventaja, a pesar de la superioridad técnica de su rival, y aguantó todo el primer tiempo. En el intervalo, el "Doctor"
* Vieira (un admirador de Zubeldía), aleccionó a los gladiadores, mientras realizaba fricciones con aceite verde.
Recomienza el encuentro. Transcurre el tiempo y faltando tres minutos para la pitada final el marcador está 5 a 4, favorable a los visitantes. En ese momento, el hábil jugador del team "Sangre y Cemento",
Palito, toma el balón y elude a un defensor, luego a otro y corre pegado a la raya en busca del arco rival. Sorpresivamente, un espectador, integrante de la comisión directiva de la Sociedad de Fomento "Los Fresnos", le cruza la pierna al veloz wing. Y ahí si se pudrió todo.
Un juvenil futuro blogger salta con movimiento felino sobre el agresor y lo golpea, haciendole perder un incisivo, pero es derribado a su vez por otro hincha local, mientras mis primos Cacho y Carlitos, cuál Chaka Zulu y Conan el bárbaro, respectivamente, van en su rescate. Pronto la batalla se generaliza. Púgiles de todas las edades, sin distinción de sexo, raza o religión, se trenzan en tremenda lid.
Solo el lúgubre ulular de una sirena policial aplacó los ánimos. Y, no era tiempo de joda...
*Doctor como Ingeniero, en Blumberg. Era masajista y acomodador de huesos, un qiropráctico bestial.