Consultorio Mostro para la dama y el caballero

Ya sea con palabras como con hechos, cuando se trata de sexo la clave es pedir con el tono justo. No ruegues (bueno, si querés arrodillarte, podés...). Mucho menos le exijas ni amenaces blandiendo un cuchillo Tramontina oxidado. Tené siempre en cuenta que una buena sexualidad se construye de a dos (o de a tres, de a cuatro y porque no, de a uno).
Algunos consejos salvadores bilardos:

1) Que le quede claro que te encanta gozar. (¿y a quién no?) Es fundamental capitalizar aquellas cosas que ella/él hace y que sí te excitan. Demostrale tu placer con generosidad, no finjas orgasmos (a mí me cuesta mucho fingir orgasmos). Y cuando te toque donde te encanta, hacele explícita tu aprobación, a menos que estés en un transporte público, en una reunión gerencial, el geriátrico donde tenés internada a tu suegra o madre o en el jardín de infantes de tus niños.

2) El problema es el ritmo. Muchas veces nos encanta lo que hace, pero nos gustaría mucho más si lo hiciera en cámara lenta. Mirá, muy linda la cámara lenta, pero tengo 45' para garchar, bañarme, vestirme y llegar al laburo o pierdo el presentismo, capisce?

3) Hacé vos primero lo que querés que ella/él te haga. Una táctica altamente recomendable es la de predicar con el ejemplo. Así que un poquito para allá y después llevala/o a que entienda que es tu turno. En el mejor de los casos, que la cosa va “en simultáneo”. ¡Ah no! ¡Esto si que no! ¡Con el pepino noooooo!

4) Tomá la iniciativa. ¡Este es el consejo clave! Uno se cansa de ser siempre el que empiece. Larguen la timidez, déjense de joder con los eufemismos y las sutilezas enigmáticas. Griten sin miedo "¿Lo sentí negra, lo sentí?", "¡Papá, partime al diome!", "Tito ¿que esperás para empernarme?", "Touch me here, right now!", etc.

5) Dale tiempo a los cambios. En esto de introducir innovaciones hay una clave esencial: calibrar los modos. O sea, si jamás hiciste nada fuera de lo convencional, no te le aparezcas de la noche a la mañana vestida de porno star o con un arsenal de látigos, cadenas, enemas y vibradores extra-large. Y mucho menos con un enano, un pony y la mujer barbuda.

¡Suerte!