Y llegó la tan ansiada yuvia

¿Donde empiezo? ¿Con la enésima discusión que tuve con mi jefa? ¿O con inglés? Obviemos las partes escabrosas mejor.
Ayer dí exámen de inglés, en un aula carente, no ya de aire acondicionado, sino de un maldito ventilador. Lo liquide rápido y me fuí pa las casas, transpirando como testigo falso.
En el subte la temperatura rondaba los 42°.
Me encontré al llegar con el apagón general, cortesía de Edesur.
La heladera en condiciones lamentables, debí arrojar cosas. La gente se calentó y hubo algunos cacelorazos. No debe ser sencillo vivir en un departamento en el piso 10, subir las escaleras a oscuras, no tener aire ni agua, te la regalo.
Buscar velas, no encontrarlas, buscar la linterna para buscar las velas, pilas para la linterna, ya que alguien las había sacado para algún control remoto, cocinar a la luz de una vela Pamperita, la vela más gauchita.
Racionar el agua (que nos provee AYSA, ex Aguas Argentinas, ex OSN) para lavar los vegetales intervinientes. Los platos quedaron.
No tv, no portero eléctrico, no compu, leer no se puede; a la cama temprano. Y tratar de dormir con el lorca.
La luz volvió y fue un concierto de aparatos y luces que se encendieron.
Apagar todo, menos los ventiladores y tratar de dormir nuevamente.
Y llegó la tan ansiada yuvia y volver a levantarse a cerrar postigos y ventanas y tratar de dormir nuevamente.
Las buenas noticias son que la mostrita menor terminó el secundario y la señora mostra se recibió de Profesora, con un puntaje excelente. Estoy muy orgulloso de ellas.