El soldadito de plomo II° parte

La alcantarilla desembocaba en el río, y hasta él llegó la barquita de telgopor que al final zozobró sin remedio empujada por remolinos turbulentos.
Después del naufragio, el soldadito de plomo creyó que su fin estaba próximo, al hundirse en las profundidades del agua putrefacta.
Miles de pensamientos cruzaron entonces por su mente (quién se quedaría con sus cosas, si lo extrañarían los otros juguetes, etc.), pero sobre todo, había uno que le angustiaba más que ningún otro: era el de no volver a ver jamás a su bailarina y no haber intimado con ella... y peor aún, que ella se agüenara con el pérfido Cobra.

De pronto, una boca inmensa se lo tragó para cambiar su triste destino. El soldadito se encontró en el oscuro estómago de un enorme pez, un surubí o un sábalo probablemente, que se abalanzó vorazmente sobre él atraído por los brillantes colores de su uniforme.
Nota: (A esta altura, los niños lloran a moco tendido)
Sin embargo, el pez no tuvo tiempo de indigestarse con tan pesada comida, ya que quedó prendido al poco rato en la red que un pescador había tendido en el río.
Poco después acabó agonizando en una cesta de la compra junto con otros peces tan desafortunados como él. Resulta que la cocinera de la casa en la cual había estado el soldadito, se acercó al mercado para comprar pescado.
El pez acabó en la cocina y, cuando la cocinera la abrió para limpiarlo, se encontró sorprendida con el soldadito en sus manos.
-¡Pero si es uno de los soldaditos del pelotudito, ejem, del niño...! -gritó, y fue en busca del pendejo para contarle dónde y cómo había encontrado a su soldadito de plomo al que le faltaba una pierna.
-¡Sí, es el mío! -exclamó jubiloso el niño al reconocer al soldadito mutilado que había perdido.
-¡Quién sabe cómo llegó hasta la barriga de este pez! ¡Pobrecito, cuantas aventuras habrá pasado desde que cayó de la ventana!- Y lo colocó en la repisa de la chimenea donde su hermanita había colocado a la bailarina.
Un milagro había reunido de nuevo a los dos enamorados.  Al principio el soldadito experimentó algunos problemas debido a la traumática situación vivida, confusión, desorientación, miedo, pesadumbre, insomnio, etc.  Pero poco a poco, con la ayuda de la bailarina, se recuperó.  Felices de estar otra vez juntos, durante la noche se contaban lo que había sucedido desde su separación, se tocaban las partes y chapaban un rato.  Pero no hacían la porquería, eh!
Nota: (Los pequeños escuchas se calman un poco y se suenan las narices)
Pero el destino despiadado (lloran mis ojos ya sin luz...) les reservaba otra malévola sorpresa: un vendaval (que clima de mierda en ese barrio) levantó la cortina de la ventana y, golpeando a la bailarina, la hizo caer en el hogar a leña.

El soldadito de plomo, asustado, vio como su compañera caía. Sabía que el fuego estaba encendido porque notaba su calor. Desesperado, se sentía impotente para salvarla.

¡Qué gran enemigo es el fuego que puede fundir a unas estatuillas de plomo!
Balanceándose con su única pierna, trató de mover el pedestal que lo sostenía. Tras ímprobos esfuerzos, por fin también cayó al fuego. Unidos esta vez por la desgracia, volvieron a estar cerca el uno del otro, tan cerca que el plomo, lamido por las llamas, empezó a fundirse.
Nota: (A esta altura, los niños ya tienen daños psicológicos que ameritarán años de psicoanálisis y antidepresivos)
El plomo de uno se mezcló con el del otro, y el metal adquirió sorprendentemente la forma de corazón.
-No era esto lo que tenía en mente cuando pensé en 'fundirme' contigo, mi amor -susurró la bailarina.
A punto estaban sus cuerpecitos de fundirse, cuando acertó a pasar por allí el niño.
Al ver a las dos estatuillas entre las llamas, las empujó con el pie lejos del fuego. Desde entonces, el soldadito y la bailarina estuvieron siempre juntos, tal y como el destino los había unido, en forma de corazón.
Nota: (Apesar de los esfuerzos del narrador, los niños siguen sollozando)

FIN

Hans Christian Andersen era un terrible enfermo.

39 comentarios:

Anónimo dijo...

ahhh PRIIIII jajaja

Andersen era terrible... si querés hacer otros cuentos tengo links que quizás te interesen ;)

Ahora sí... ¡me maté de risa! jajajaja

¡¡Qué turra esa bailarina!! En plena agonía la muy trola todavía se permite pensar en cosas chanchas...


Aparte, todo bien, pero para mí la cobra ya le había dado para que tenga... no da el perfil de las que "esperan" y si encima, dsps de haber sobrevivido a la muerte, cojo como estaba, simplemente se limitó a calentar la pava... ¡se lo tenía merecido!

eMe dijo...

Mostro, viene inmediatamente y me arregla la cabeza de esta criatura. O por lo menos que pare de llorar!!!

Mostro malo y, pobre soldadito. Le dije que la princesa lo iba a fundir CUAC!!! JAJAJAJAJA

Marcos dijo...

jajajaja, muy bueno!! Me siento muy identificado, Don Mostro.
Continuamente tengo que andar yo tambien adaptando al vuelo los cuentos "adaptados" (en teoria) para contarselos a mi hija.
Ejemplos: La reina le pide a un cazador que lleve a Blancanieves al bosque, la mate, y le traiga el corazon en una caja; el tipo "solo" descuartiza un jabali. La caperucita roja es otra historia de horror, ni hablar de Hansel & Gretel... Vaya practicando para la nieta mostra. :)
Podria habersele derretido una gamba a la bailarina, y el soldadito de plomo haberla incorporado cual T-1000 contra Guazeneger a forma de gran matraca con la cual hubiera dejado a la bailarina satisfecha. Para estos nordicos sadicos es preferible que mueran todos derretidos a que alguien la ponga. Una lastima.

LOCURAS dijo...

MOSTRO!! jaja que buena historia! jaja... pobre soldadito, que mal cojia! (sin su piernita) andaba a los saltitos por tan linda bailarina que seguramente (bailaba en caño)...
besotes

El Mostro dijo...

Interesante análisis, querida Despe.
Me alegra haberte provocado un poco de jovialidad.

Besos.

El Mostro dijo...

eMe, los niños seguramente llorarían, no se. Y hay otros peores, aún más terribles.

Cariños.

Avisame cuando se haga la fiesta de disfraces... ¬¬

El Mostro dijo...

Marcos, hay un libro muy interesante de Winnicot, "Psicoanálisis de los cuentos de hadas", ahí explica todo.
Me encantó el final a la Terminator, muy plausible.

Respecto a Hansel & Gretel, ya hice ese cuento, habría que buscarlo.

Un abrazo.

El Mostro dijo...

¡Que susto Locuras! jajajajajajaja.
Se llevaba cada sobresalto!

Besos, loca.

eMe dijo...

Mostro, ese libro no es del tal Betelhein??? (o como se escriba!!!)

Se me mezclaron los autores!!!

Mona Loca dijo...

eMe, ES de Bettelheim ( creo que se escribe así)
Winnicott estaba para otras cosas, observando a bebés y sus ositos.


CHe, Mostro...lo de fundirse en forma de corasssón, es una mersada suya, o del Andersen ése?
Porrrdio.

eMe dijo...

Aahhh MOnita, es que el Mostro lo dijo con tanta seguridad que me confundió, pero me lo habían pedido la semana pasada y pensé que lo había buscado para el tujes!!! jajajaaaaaaa

El Mostro dijo...

Si eMe y Mona, el tal Bruno es el autor. Pero Winnicott escribió sobre el tema también. ¡Que lectoras cultas que tengo carajo!

El Mostro dijo...

Mona, la mersada de de Anderson, no entra en mi imaginario cosa semejante.

Cuando vuelva a casa confirmo que fue lo que leí que me hizo confundir.

Recuerden, todos mis dichos son afirmados con seguridad, así he engañado a legiones de gente. ;)

GABU dijo...

¿chapaban?
¡chapaban!

¡¿¡¿CHAPABAN?!?!

JUASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!
(esta vez no me agarraste con nada en la boca pa' escupitar,tomà!)

Me queda una duda (ojo!),la zopenca de la bailarina tambièn era de plomo ò era un plomo... ¬¬?

P.D.:Igual,informolè que con las cosas que ven anque escuchan los peques de hoy en dìa,su cuentulis le podrììììa llegar a resultar medio bodrio... :/

BESOTE SIN COLORÌN COLORADO (?)

Hermana de SDU-7 dijo...

Jojojojojo, por eso me gustan esos cuentos: son re locojicdnns f jaejnrfes (pasé toda mi infancia leyendo esos cuentos. Los de princesas me embolaban. También me ponía a analizar todo lo que leía).

El Mostro dijo...

¡Siii, chapaban, y que! ¿Que te pasa?
¿Vos no chapabas Gabu?
:)

Besops.

El Mostro dijo...

¡No shores Dragonfly! ¿Llorás por el cuento o por México...? ;)

Besitos.

El Mostro dijo...

Hermana, hacete un sobre algún cuento, siguiendo la insospechada visión SDU... daaaaaale...

Javier F. Noya dijo...

Jajajajaajaja! Sí, Andersen estaba bastante piantado. Y ni qué hablar de nuestros padres que nos contaban esos cuentos! Ahora, podría deducirse una moraleja de tu versión: el amor te funde, el alma o el bolsillo jajajajajjaaja! Un abrazo. Me alegraste el día.

Any dijo...

Menosmal que ahora todo viene de plástico che! Aunque el plástico también se derrite ... . Ah ya sé! menosmal que ahora no tenemos chimeneas! (bué, yo no por lo menos) Eh? que se pueden caer encima del calefactor?
Salga de ái! ud es pior que Andersen!

=D

El Mostro dijo...

Gracias a vos javier por tan aguda reflexión, la cual contará sin duda con detractores y defensores.

Saludos.

El Mostro dijo...

Any, es verdad lo que decís, ¿por donde entra Papanuel ahora? ¿Por la ventana? El plástico apesta, aguante el metal!

Vendixiones.

GABU dijo...

Mmmmmmmnosabrìa decirle,pasa que yo soy de la època de curtir,viò??
jajajajaajajajajajaj

BESOS Y TRANSAS ¬¬

Yoni Bigud dijo...

Gran final para los enamorados. Un destino marcado a fuego, sin duda.

Y que los niños llores. Ya les va a llegar su soldadito o su bailarina, y ahí vanaver.

Un saludo.

Rebeca dijo...

En mi época se decia RASCAR en vez de Chapar! y en ni hablar de tocarse nada!!!!
cheee...Mostro no me confunda...o me falla la memoria o la muñeca de Andersen era de papel y no de plomo?
Las canciones y los cuentos clasicos infantiles son un dolooor de h....uno tiene q estar editando el relato todo el tiempo para contarlos sin los asesinatos sangrientos, la guerra y todos los dramas.
Y los personajes actuales no se quedan atrás....o sea no hay nada q venga bien!!!!
Siga Mostro haciendo adaptaciones!!!

Julieta dijo...

Mostro, me hiciste llorar, pobre soldadito ! ella no me da lástima..Sehh las mujeres somos guachas ..Otra vez cambiale el final,estas cosas causan daños irreparables..
Saludos

La candorosa dijo...

Mantenerse lejos de las ventanas, las chimeneas, de los barrios con climas de mierda y de Hans Christian Andersen, al menos hasta dar con un buen psiquiatra!!!

Lo que son las vueltas del destino, eh!!

Saludazos!!!!!

El Mostro dijo...

Curtir, transar, chapar, son sinónimos?

El Mostro dijo...

Yoni, el fuego marca, siempre. Sino, preguntale a los postres Balcarce.

Saludos.

El Mostro dijo...

Rebeca: RASCAR, si, chapar es más antigüo.

Y ambos comuñes era de plomo, sindudamente.

Besos.

El Mostro dijo...

Julieta, si, ya se, las mujeres son muy guachas entre ellas. Terribles, monstruosas.

Cariños.

El Mostro dijo...

Candorosa, claro, los pibes leían esto y se traumaban, se hacían militares o curas.
Estoy buscando uno que es terrible!

Hermana de SDU-7 dijo...

¿Analizar cuentos o contarlos de acuerdo a la visión SDU-7?

El Mostro dijo...

contarlos de acuerdo a la visión SDU-7

Nick Risaro dijo...

Cuentos como este explican porque hay tanto hijo de puta dando vueltas, después de leer eso lo mínimo que querés hacer es cagar a trompadas a un par para vengar al pobre soldadito.

Concuerdo con Despe, seguro que la bailarina le dio pase al cobra ese, yo le dije que no había que fiarse de el, pero usted es un sensiblero.

BTW ¿lo bañaron al soldadito? porque no me quiero imaginar la baranda que traía después de pasar una temporada adentro del pescau'

nilda dijo...

diego, yo me recuerdo leyendo La fosforerita de Andersen y al final no saber como seguir, porque la piba se moria de frio mientras iba prendiendo los fosforos... La crueldad es la constante de los cuentos infantiles y asi como el terror y lo infrahumano a lo que ud. es tan afecto, lo bizarro, y lo terrorifico son partes nuestras, nuestros terrores son de esa estofa. Y los cuentos son los que necesitamos, asi como nuestros disfraces, nuestros nik y todo eso. O sea, no somos mejores que nuestros terrores.
>Bah, no se lo que le quiero decir, pero igual le mando un abrazo desde la que soy.Legitimo.

leandro molins dijo...

Muy bueno, solo gente muy despiadada es capaz de escribir tan buenos cuentos para niños (y por casa como andamos?), en fin sos un andersen cualquiera, un terrible emfermo.
JA!
Saludos.

El Mostro dijo...

Nick: espero que lo hayan hervido...

Nilda: La fosforerita es terrible, otro jodido son Los zapatos rojos. Tengo de donde elegir.

Leandro: ¿Gracias?

leandro molins dijo...

sin interrogacion

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