Desde Mosterio, capital de la Esfera Cultural Goliciana, queremos compartir con ustedes pitutos, sereneiders, vainas arrechas y ñuflos. Trataremos de dilucidar (con ayuda de los espíritus de Perón, José de Zer y Freud) porque al Capitán Kirk se le rompían tanto las camisetas.
1 comentario:
Ah, picarona, después paso.
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