Una experiencia religiosa

Busco el vaso más largo de la alacena (ese que supo tener estampada la cara de Brian de los BSB). Le pongo tres cubos (trapesoides en realidad) de hielo. Abro la botella de caipirinha de ouro Pingo, lleno el vaso y me siento a leer "Historia de Roma, sobre Iberia", de Apiano.
Luego del segundo trago, las letras se mezclan hasta formar imágenes, que bailan frente a mis ojos.
Veo a Leticia corriendo con sus zapatones de corcho, entre el fuego cruzado en Ezeiza.
Veo al almacenero Don Pascual cortando salame y alcanzandome la primer feta con los mismos dedos que antes usó para despachar kerosene o papas.
Sufro por mis torpes e infructuosos (por el momento) intentos de bajarle la bombacha a la Srta. X.
Lo veo a Herminio Iglesias, quemando el cajón, en la punta del faro de Punta Rasa.
Me veo tendido boca arriba, en bolas, en una camilla, esperando que me habran la panza, mientras pienso en Inesita y el bebé.
Vitoreo a Bolivar y San Martín, entrando triunfantes en Río de Janeiro, posando para los fotógrafos.
Acompaño a Worf, mientras derriba con su ba'tleh a una horda de morloks.
Escucho a Gandalf y Mr.Ed, discutiendo los planes para la reconstrucción de Gondor.
Veo a Galtieri repetido hasta el infinito, con colores a la "Andy Warhol"
...
No se cuanto tiempo pasó. Tomo la botella y leo "Valido ate Feb-2006".