Desde Mosterio, capital de la Esfera Cultural Goliciana, queremos compartir con ustedes pitutos, sereneiders, vainas arrechas y ñuflos. Trataremos de dilucidar (con ayuda de los espíritus de Perón, José de Zer y Freud) porque al Capitán Kirk se le rompían tanto las camisetas.
La película mostra de la semana
La Cosa del Otro Mundo (The Thing from Another World) (1951) de Howard Hawks, basado en el relato de John W. Campbell. Jr "Who Goes There". Ambientada en el Ártico, tiene un contexto de guerra fría, de base polar, de amenaza del cielo, relacionada, además, con la amenaza de la guerra nuclear. El descubrimiento del alienígena en la nave, la sugerente secuencia del comienzo de la descongelación, gota a gota... el alienígena es una amenaza presente, pero apenas visualmente, más allá de una figura y una silueta. El ambiente es tenso, amenazador, agobiante. Es la película que vimos de niños y que nos impactó (junto a Planeta prohibido, pero esa para otro día). Cine de los 50, donde la falta de medios y de efectos se suplía con inteligencia e imaginación.
4 comentarios:
¿Amenaza de cielo?
¡¿Más cambio climático?!
P.D.:Uf! Bué,pero hay que ponerle imaginación a la cosa,no?
Sep,ante todo la imaginación...
BESOS Y COSAS RARAS... ¬_¬
La imaginación es algo que me escacea algunos días....
Beso!
La imaginación empieza a retacear cuando hay presupuesto para filmar.
slds
A
Ajenjo, tal cual, fijate el robert rodriguez.
Saludos.
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