Una pequeña reseña de un fin de semana ex-pe-ta-cu-lar.
Salimos rumbo a Retiro a las 7:15, despedidos por la mostrita mayor desde el balcón, al grito de "¡No se embaracen!".
Llegamos cagando al micro, donde debimos ubicarnos en asientos separados.
Pesadita la ruta. Dormí y leí un poco de Poe.
Llegamos famélicos y como no podía ser de otra manera, fuimos al gallego y nos comimos una super napolitana con fritas, la cual pudimos bajar con unos 10/11 kms. de caminata por la playa. El tiempo nos acompañó muchísimo, gracias Sr.Tiempo, tenemos un tono caribeño para probarlo.
La rutina básica era desayuno (mate amargo con tostadas), playa (más mate), almuerzo, siesta (opcional), playa (más mate), centro. No tomé café ni azucar, si fumé, aunque un poco por debajo de lo normal.
Me asombró la cantidad de gente, sobre todo a partir del viernes a la tarde.
A la vuelta la ruta estaba mortal, salimos el domingo 11:30 y arribamos a Retiro a las 17:30. Las obras que iban a estar listas en febrero siguen en veremos. Además, supongo que como el domingo amaneció muy ventoso (igual fuimos a la playa, nos instalamos entre dos médanos) y fresco, los que tenían auto se fueron temprano.
La pasamos 1000 puntos mi negra y yo. Realmente me hacía falta una escapada, estaba muy estresado (ver post).
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