Mis Celáneas

Se me despeinan las gónadas cuando escucho a gente que quiere figurar a cualquier costo. 
-"Yo fui compañero en la primaria de varios famosos. Uno era Martín Gadorcha, conocido jugador de polo. Otro fue El Bahiano." dice un tilingo en el almuerzo.
-"Yo fui compañero de El Pachulo, conocido chorro, quién purgó condenas en la Unidad Penitenciaria Nº12 de Gorina... Y de La Caná, una de las Hermanitas Calambre." le contesté rápidamente.

Precisamente, El Pachulo se garchó a La Caná, con tan mala suerte que la preñó. Justo después cayó preso. Al año salió y entró a laburar a Bagley. La Caná averiguó los días de cobro y lo esperaba a la salida para reclamarle guita. ¡Se armaban unas trifulcas! Nosotros pasábamos por la puerta con el 148 y le gritábamos "¡Pachulo, aflojale un mango!"

La Caná terminó muerta, en el río. "Fue a nadar y se ahogo" dijo la policía. "Pero oficial, dos cositas: una, es Julio y hace un frío de cagarse; dos, está vestida..."  "Entonces se suicidó." Y a otra cosa mariposa. Algunas vidas valen menos que nada.

Cambiando el ángulo de la información, el sábado fui a una iglesia ctólica. Las paredes no exudaron sangre ni el agua bendita hirvió ni se produjo ningún otro hecho supranatural; me estoy poniendo viejo y blando*.  
Casi tres horas duró la maldita confirmación, un verdadero suplicio, pero era mi deber concurrir. No se porque me siguen eligiendo como padrino, conociendo mi ferviente ateísmo.
Me asustó el nivel de "fervor carismático" (por llamarlo de alguna manera) que tenían varios de los "feligreses".

Y ayer domingo fui a Las Heras, unos 100 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires. La pasamos muy bien. 
Mensaje para quién corresponda: La Ruta 6 es una trampa mortal.

* Lo único blando que tengo es el carácter, ojo.
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