Blanquita Amaro falleció ayer, a los 84 años, como consecuencia de un problema cardíaco
Sus vestidos resplandecientes, su amplia sonrisa y ese modo de actuación sensual y gracioso al mismo tiempo la convirtieron en una de las vedettes predilectas del público local, que siguió también su labor radial y agotó sus discos grabados a lo largo de los años.
En la pantalla grande rivalizó con su coterránea Amelita Vargas, con quien trabó amistad mucho tiempo después, y en 1948 acompañó a Los Cinco Grandes del Buen Humor en Cuidado con las imitaciones, película que le abrió un amplio espacio para proseguir su labor cinematográfica. Un año después actuó en Una noche en el Ta-Ba-Rin , y posteriormente rodó A La Habana me voy , El seductor y Buenos Aires a la vista, las tres realizadas en 1950; Locuras, tiros y mambos (1951), Bárbara Atómica (1952) y Casada y señorita y Mi viudo y yo, ambas de 1954.
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2 comentarios:
Te agradezco que me hayas dado la oportunidad de saber que existió una mujer así, tan divertida, tan llena de vida. Creo que voy a recoger toda la información que me sea posible sobre su vida y la voy a tener entre mis mujeres fuera de serie -no es que yo opine que las mujeres se conciban en serie- es sólo una bárbara manera de expresarme.
A su servicio.
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