Estimados hijos de la blogosfera sempiterna, iniquidades varias y la luz lumínica:
Estando cómodamente apoltronado en mi nuevo sillón masajeador de cuero de gatito, Cabernet en mano, me encuentro con la sorpresa imperiosa de la sádica sed de sabiduría demostrada por los comentaristas de este humilde sitio.
Haciendo caso a sus ruegos, y saliendo de un prolongado letargo dominguero, proporcionaré a todos vosotros las respuestas a vuestras dudas que carcomen las líneas naturales de las conexiones sinápticas, llevándolos a un mar de insolente congomicencia empírica del sinsaber natural.
Por lo tanto, y sin que medie un pedido expreso por parte de mis interlocutores (es decir, ustedes, dejen o no comentarios), pasaré a relatarles el origen de un vocablo goliciano, el cual apareció en un inmemorial escrito.
El Sr. Leandro, quien merece mi total y absoluta admiración y respeto, escribió:
"Divulgue la pornografia, divulgulea, es sana..."
Imaginemos entonces, nuestro acostumbrado viaje en el tiempo, hacia el momento exacto de la entronización primaria de la 5ª Turgencia Postraumátisia, en la 10ª Edad del Cuarto de Hora del Plenilunio Menstrual, momento en el cual el Gran Profeta Telapo 'Ngodepie (¡los dioses honren su fastuoso nombre con la interminable presencia de su imagen divina en los sacrosantos confines universales!), originario de Golicia VI, hijo tripartito del gran Pensador Selapo 'Ngodepie, de la matemática y hechicera M'Abriga Elanorak y la filósofa Meduel Elort, conocido por sus actos heroicos en las Guerras Cumbiancheras, al vencer al ejército enemigo haciéndole escuchar Vivaldi, es decir, más o menos 1967 acá en la Tierra.
En esta época vivía el director de cine rumano Stere Gulea (nacido el 2 de Augosto de 1943 en Kogalniceanu), autor de obras fundamentales del cine europeo oriental como "Castelul din Carpaţi", "Stare de fapt" o la recordada "Apa ca un bivol negru".
Stere, necesitado de financiamiento para algún proyecto, se embarcó en la realización de películas pornográficas disfrazados de manifiestos políticos marxistas, para escapar de la férrea censura de Nicolae Ceauşescu. Así, hicieron su aparición films tales como "El héroe socialista y la monja", "El comisario político te aplica la dialéctica", "Infierno anal-capitalista" y muchos otros, que hicieron las delicias de las juventudes del COMECON o Sovet ekonomicheskoy vsaymopomoshchi.
Pronto la obra de Gulea trascendió la Cortina de Hierro, y fue su representante y amigo, Mihail Alekséi Alekséievich Rodríguez quién pergeño la frase "Divulgue la pornografia, divulgulea, es sana..." en su mal español para vencer las reticencias de los distribuidores occidentales.
Habiendo aclarado la sombra que pesaba sobre vosotros, hijos de la luz y la oscuridad golicianas, me despido de todos vosotros deseándoles, buen inicio de semana.