Crítica

Hola queridos contubernios y contubernias, estimados hijos de la blogosfera sempiterna, iniquidades varias y la luz lumínica, ¿Cómo los trató el fin de semana? Espero que bien.
Hoy no voy a hablar de la copa Deivis, porque no me interesa el tenis en lo más mínimo, ni del campionato obtenido por Boca Jrs (felicitancias a todos los bosteros). Me ocuparé brevemente de dos films que tuve la (des)dicha de presenciar, uno el sábado, otro el domingo, a solicitud de mi legítima consorte, ya que ambas le fueron recomendadas por sus colegas:


Las Acacias
Un camionero debe transportar a una mujer y a su bebé desde Paraguay hasta Buenos Aires. Road movie, dirán los entendidos. Una película realista, es decir, casi no pasa NADA. Al principio él se comporta como un chabón que no oculta su desagrado por el encargo, un mala onda, pero se irá ablandando. Es una historia creible, debe suceder al menos una vez por semana. 'Podemos redimirnos' es el mensaje. Nada, es cine nacional y había oferta 2x1 en el cine.
El árbol de la vida
Con Brad Pitt y Sean Penn. UN VERDADERO BODRIO, encima larga. Un señor (Sean) recuerda escenas de su niñez, especialmente la relación con su padre (Brad). ¿Por qué? ¿Cuál es el disparador? ¿Se murió la madre? ¿Está drogado? ¿Se murió él mismo? ¿Qué significan las medusas y los dinosaurios? ¿La vida surgió a partir del ketchup? ¿Es una secuela de "2001:Odisea del Espacio"? ¿Que pasa en la playa? ¿Por qué no hay una historia? ¿Gastaron 35 millón-dolar para eso? Por lo menos Las Acacias costó $2,5 y los actores son cuasiprofesionales o directamente amateurs. Tal vez haya que verla bajo los efectos del LSD o mientras te fumás un porro gigante, no se. Recuerden el nombre del director asesino: Terrence Malick.
Y esto es todo por hoy, disfruten la semana corta los que puedan, y recuerden gastar plata para mantener en movimiento la maquinaria consumista, que de eso se tratan las navidades. Feliz lunércoles para todos.