Una vida de novela 1ª parte

La mayoría de nosotros vivimos vidas relativamente simples, lo que podríamos llamar "normales". Pero Benigno Benjamín Villanueva, fue un personaje digno de una película de aventuras. 
Benigno Benjamín Villanueva nació en pleno centro porteño. Bueno, en 1815 mucho Buenos Aires no había, para ser sinceros, era una aldea. Era un pibe medio vaguito, no tenía mayor interés ni por los estudios ni por el comercio paterno. Él quería ser soldado, vivir aventuras y conocer el mundo. La familia puso el grito en el cielo, y en esa época, no era gratuito desafiar los deseos paternos. Además se juntaba con gente poco recomendable. Así, a los 19 o 20 años, en abril de 1835, jugando al billar en el antiguo Café de los Catalanes, contiguo a la Iglesia de la Merced (Reconquista 207), con el hijo del jefe de policía, tuvo un altercado con un antiguo condiscípulo por un habano que terminó en un duelo a sable tras el paredón de la Merced, del que resultó vencedor matando a su contrincante. Fue condenado a servir en el ejército como soldado raso. 
De excelente desempeño, alcanzó ya en 1839 el grado de teniente de caballería al mando del segundo escuadrón de escolta del gobierno. Ese mismo año participó en el combate de Tapalqué contra los indios pampas y meses después en la Batalla de Chascomús (07/11/1839), del lado federal. En 1841 luchó en La Batalla de Rodeo del Medio (Mendoza) tras la que le tocó en suerte perseguir las fuerzas unitarias entre las que marchaba su propio hermano. 
Participó del sitio de Montevideo y cuando tuvo oportunidad se pasó a las filas del Partido Unitario. En la ciudad sitiada entabló amistad con Bartolomé y Emilio Mitre, Emilio Conesa, José María Morales y otros dirigentes de ese partido. Pasó a Corrientes con el general José María Paz y siguió a este, luego de la derrota, al Imperio del Brasil.

Continuará...

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