Los historiadores del siglo XXI, lejos del recuerdo vivo de los setenta y los ochenta, se devanarán los sesos ante la aparente insentatez de este brote de fiebre militar, la retórica apocalíptica y la conducta internacional a menudo extravagante de los gobiernos estadounidenses, sobre todo en los primeros años del presidente Reagan (1980-1988). Tendrán que valorar la hondura de los traumas subjetivos de derrota (en Vietnam), impotencia y pública ignominia que afligieron a la clase política de los Estados Unidos en los años setenta.
La política de Ronald Reagan, elegido presidente en 1980, sólo puede entenderse como el afán de lavar la afrenta de lo que se vivía como una humillación, demostrando la supremacía y la invulnerabilidad incontestables de los Estados Unidos con gestos de fuerza militar contra blancos fáciles, como la invasión de la islita caribeña de Granada (1983), el contundente ataque naval y aéreo contra Libia (1986) y la todavía más contundente y absurda invasión de Panamá (1989).
Eric Hobsbawm
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Entradas populares
-
La comida me cayó mal. Durante la siesta tuve una pesadilla donde Star Trek era reescrita por Charles Bukowski. -Puente al capitán. Teng...
-
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, compañeras y compañeros golicianos, hijos dilectos todos del Loado Panzón ( ¡Alabada sea la Pelus...
-
Ain't No Rest For The Wicked - Cage The Elephant I was walking down the street, When out the corner of my eye I saw a pretty litt...
-
"BITTER SWEET SYMPHONY" The Verve 'Cause it's a bittersweet symphony this life Trying to make ends meet, you're a s...
-
Y finalmente fuí a verla. Esto es así. Vos pagás $200 la entrada para escuchar cantar a unos viejos chotos australianos o a una zorra las...

No hay comentarios.:
Publicar un comentario